Energías renovables

Desde el primer contacto, te ofrecemos un asesoramiento profesional y cercano, comprendiendo tus requerimientos y brindándote las opciones más adecuadas para tu hogar o negocio. Nos ocupamos de todos los aspectos del proceso, desde la evaluación inicial hasta la instalación final, cumpliendo con todas las normativas y regulaciones vigentes. De este modo ofrecemos un servicio integral de calidad que garantiza la satisfacción de nuestros clientes.

Nuestras instalaciones fotovoltaicas son sinónimo de eficiencia energética excepcional y acabados detallados que marcan la diferencia. Nos enorgullece nuestra capacidad para aumentar la productividad y reducir costes, brindando así soluciones energéticas sostenibles y rentables a nuestros clientes. Con un enfoque en la máxima calidad y rendimiento, nuestras instalaciones fotovoltaicas son la elección ideal para aquellos que desean aprovechar al máximo la energía solar y obtener el máximo retorno de su inversión.

Los PPA son Acuerdos de Compra de Energía en el cual participan 3 elementos: la distribuidora eléctrica, la empresa instaladora y el cliente final.

La distribuidora eléctrica realiza la inversión total de la instalación fotovoltaica en el inmueble del cliente final. A cambio, la distribuidora explota dicha instalación durante un período de tiempo determinado (generalmente 10-15 años * en función del plan de amortización de la distribuidora) vendiéndole la energía a un precio significativamente más bajo.

Esto permite que dicho cliente durante este período ya esté reduciendo costes al consumir energía renovable con una tarifa muy competitiva.

Pero lo mejor es que al finalizar el contrato, la instalación pasa a ser del cliente pudiendo aprovechar toda la energía generada para su autoconsumo o venta.

Las comunidades energéticas son agrupaciones de particulares o empresas que comparten la producción, almacenamiento y distribución de energía renovable. Estas comunidades permiten a los participantes generar y utilizar su propia energía, reduciendo su dependencia de las compañías eléctricas tradicionales.

Los beneficios de las comunidades energéticas son numerosos: los particulares pueden reducir sus facturas de electricidad y contribuir a la protección del medio ambiente, mientras que las empresas pueden mejorar su sostenibilidad y reputación, reducir costes y generar ingresos adicionales a través de la venta de energía excedente.

Además, las comunidades energéticas fomentan la participación ciudadana, la colaboración y la solidaridad, fortaleciendo el tejido social y fomentando la transición hacia un sistema energético más limpio y descentralizado.